Comienzo de martes caliente...

Lo he visto esta mañana, nuestras circunstancias actuales no nos dejan estar juntos siempre que queremos.
Estaba allí parado esperándome, distraído, me he acercado hasta a él, abrazándolo y a modo de buenos días he besado sus labios que tanto he añorado… nada más sentir el primer roce, mi cuerpo ha reaccionado y el deseo me ha invadido por completo.
Cuando me rodea con sus brazos y sus labios se unen a los míos, no puedo hacer más que suspirar de deseo, si no fuese por el lugar, allí mismo hubiese ido a más.

Abrazándome por la cintura, hemos ido dando un paseo hasta la oficina, durante el trayecto, ya escogido con poco paso de gente a propósito, no han parado los besos, las caricias, sus manos metiéndose por debajo de mi blusa acariciando mis pezones, deseosos de que fuese su boca la que los estuviera lamiendo y mordiendo…
Pero no se queda ahí… colocándome contra la pared y con todo el disimulo del mundo, se ha colado por mi falda y apartando el biquini, durante unos instantes ha hecho delicias en mi clítoris… allí mismo me moría de ganas de agacharme ante él, bajarle los pantalones y deleitarme en lamer su sexo, que en aquellos momentos pugnaba en dureza por salir de su prisión…

Me vuelve loca, no hay más, sentirlo y tenerlo cerca me hace perder el sentido de los malos momentos, de los malos rollos, de la ausencia…

Por petición expresa suya (no se puede decir que a mi no me apeteciese, porque tras el calentón, necesitaba eso y mucho más…), al llegar a la oficina me he ido directamente al lavabo, imaginándome que él entraba tras de mí, y como tantas otras veces ha hecho, bajaba mi ropa interior, subía mi falda y allí con mis manos apoyadas contra la pared, bien abierta y deseosa para él, me penetraba hasta el fondo… casi sentía sus embestidas mientras eran mis dedos los que calmaban mi sexo anhelante y deseoso de mi hombre… con la mano derecha y el dedo índice he ido acariciando mi clítoris, mientras con la izquierda, he introducido dos dedos en mi interior, nada comparable a ser penetrada por él… pero para calmar el momento y la excitación que me ha producido… no tenía alternativa…
Además él sabía lo que yo en esos momentos estaba haciendo y a buen seguro no le debe haber bajado la excitación, nada disimulable, que marcaban sus pantalones….

Es más, mientras escribo este blog, vuelvo a excitarme, sin poder dejar de recordar momentos, instantes que a su lado son sexual y sensualmente inolvidables…
Poco a poco, iré encontrando tiempo para volver a escribir… quizás un diario de experiencias llenas de morbo y sensualidad? … quizás…

Porque él sabe que lo deseo, que el juego con él es interminable, que nos quedan juntos por visitar nuevos locales, más sex-shops, probadores, playas… ummm interactuar sin límite como a mi me gusta…