Pensando en tí

Entre sueños oigo el sonido del agua de la ducha cayendo, te busco entre mis sábanas y no te encuentro, tu calor sigue allí… las sábanas descolocadas tras las horas de placer que esta noche compartimos…



Me dejo llevar por el recuerdo, suspiros, gemidos, sudor, orgasmos, ese aroma que queda en la estancia tras el placer compartido.
Estoy desnuda y a través de la claridad que entra por la ventana veo mi cuerpo reflejado en los espejos, esa penumbra hace que la imagen se vuelva lujuriosa, exuberante y lasciva, y el deseo vuelve a invadirme, pero estoy perezosa y quiero esperarte en la cama, me apetece mucho más…


Aunque ese mismo deseo hace que lleve mis dedos a la boca y bien húmedos los llevo a mis pechos que con esos pensamientos ya hace un poquito que están excitados, me gusta sentirlos así duros al tacto y mis pezones bien agradecidos se endurecen a la mínima ocasión, los humedezco y los acaricio, los retuerzo suavemente y cogiendo el izquierdo lo llevo a mi boca, me apasiona esa dureza en mis labios, paso la lengua, lo mordisqueo, sintiendo como mi entrepierna se humedece cada vez más…

No me doy tregua y a la vez que el pezón sigue siendo lamido por mi lengua, voy acariciando mi abdomen, las ingles, pasando d largo por mi sexo que pide a gritos ser acariciado, vuelvo a subir la mano a mi pezón, q sigue igual de duro… un suave gemido se me escapa, me vuelve loca retrasarme el gustazo a mi misma…
Ahora si, suavemente, vuelvo a bajar de nuevo y llevo mi mano derecha a mi sexo, wow! Está mojadísimo… no cabe duda de que la excitación de momentos así es el mejor de los lubricantes… Me apetece masturbarme recordándote, sintiendo tu olor, viendo mi imagen reflejada en el cristal, la espalda arqueada, las piernas semi abiertas para dejar entrada a esa fuente d placer que es mi sexo cuando tiene ganas de ti…


Separo mis labios y allí está mi centro d placer por excelencia, el clítoris que asoma desafiante y anhelante de ser acariciado… ya está mojado y lo acaricio suavemente, ummmmm el primero d los gemidos escapa a mi garganta, mientras el sonido del agua en la ducha, oigo que ha parado… lo recorro trazando círculos, cogiéndolo suavemente con dos dedos, lo muevo arriba y abajo, el mismo movimiento que doy a tu sexo cuando está dentro de mi boca, con la mano izquierda, cojo el consolador que está allí de nuestros juegos y lo sitúo en la entrada de mi vagina, solo allí situado… mientras sigo dándome placer en ese clítoris delicioso… muevo mi cuerpo como si estuviese follándome tu polla en ese momento, lo q hace q el consolador empiece a entrar y a salir, resbaladizo por toda la lubricación que hay…

Mis suspiros aumentan en sonido, no en vano la excitación hace q siga acariciándome aún con más deseo, mis dedos siguen enzarzados en su lucha personal con ese botoncito de placer, que está duro como las piedras, cojo el consolador para marcar yo el ritmo, me penetro con él hasta el fondo y lo dejo allí unos segundos, sintiéndome llena, mientras sigo acariciando el clítoris, arriba y abajo, en círculos, de derecha a izquierda, siento el orgasmo a punto de explotar, quiero hacerme sufrir, así que lo detengo suavemente, casi casi cuando estaba a punto de estallar.. ummmmmmmmmmmmm es apasionante ese momento… me dedico d nuevo a los pezones, aún con el consolador bien a dentro metido…


Unos segundos, quizás minutos y vuelvo a la carga, me penetro con más velocidad, suben y bajan las caricias de mis dedos en el clítoris, mi cuerpo se arquea, se mueve, ronroneo como las gatas en celo y esta vez si…
Ummmmm siiii esta vez gimo desesperada ante esa explosión que acaba d ocurrir en mi interior… voy decelerando el movimiento, sintiendo esos espasmos d placer en mi interior, esa calor… es apasionante…

Miro hacia la puerta y te veo allí… con la toalla en la cintura y con un bulto más que encantador bajo la toalla…. “a que esperas para venirte aquí conmigo?...”