El morbo de un lugar

Que largo se hace el camino desde el metro hasta esa casa a la que tantas ganas tengo de llegar. Desde el día que me propuso ir a casa de su ex a disfrutar de un buen rato de morbo… pudo conmigo. Conoce mucho de mis puntos débiles y sabe que el morbo de según que situaciones me pone.

Así que hasta allí íbamos. Paramos a comprar unos pastelitos de chocolate, tenía lambrusco enfriando en la nevera, y siempre va bien algo para acompañar.

Durante el camino, casi guardando las distancias. Ese huevo vibrador metido bien al fondo. Mojada al máximo, sentía como estaba húmeda y muy abierta… el paso bien firme para sentir aún más el cosquilleo de las marchas que él con el mando iba cambiando…
Llegamos al portal, subimos la escalera y nada más entrar, creo que aún me mojé mucho más. Encierra a la gata que por allí campaba y nada más tenerla ya encerrada, se acerca a mi y empieza a besarme como si fuese el último beso que de sus labios salía…



No puedo más y me abandono a él, lo deseo como hace tiempo que no recordaba. Ansiosa de sentir su piel… fuera corbata, voy desabotonando su camisa pero casi no me da tregua. Me quita los pantalones y el culotte… todo a su entera disposición.

Se desabrocha los pantalones y me agacho ante él, deseo comerme entero ese sexo durísimo como una piedra que ante mi tiene ese aspecto tan apetitoso. Sin más, directo a mi boca, hasta el fondo… de golpe… su punta húmeda y brillante choca contra mi garganta y empiezo a chuparlo intensamente.
Pero no es ese su plan…


Me hace levantar y me apoya contra el sofá, ni siquiera quitarme las botas, es la forma de tener algo más de altura para él. Me hace bajar para dejar mi sexo completamente abierto… y sin más, me coge por las caderas y me penetra hasta el fondo…

Uffff sabe como me pone, sabe que me vuelve completamente loca cuando me coge por detrás y empieza a follarme como si en ello le fuese la vida. Sus embestidas son tan secas y fuertes, que me cuesta horrores mantener el equilibrio, allí apoyada en el sofá. Sus manos me cogen fuerte y acompañan sus movimientos, hacia dentro y hacia fuera. Siento perfectamente como su sexo me está penetrando, la siento salir del todo, para volver a entrar… dándome el mayor de los placeres…



 Eso, el entorno, la casa, las ganas acumuladas, los calentones de estos últimos días… uffff no aguanto mucho más y empiezo a gemir en el momento en que mi sexo se contrae y explota en un orgasmo bestial y salvaje… él sigue penetrando aún más fuerte y rápido, eso me vuelve a provocar otro orgasmo. Aunque ya siento su sexo a tope, va a explotar y lo oigo, sus gemidos me enloquecen por completo… grita, gime, suspira y entre jadeos se corre… mientras los espasmos de mis orgasmos acompañan su descarga final…



Ummm ese solo fue el comienzo de una tarde llena de momentos dulces y tiernos, que fueron sucediéndose con otros de más salvajes y sexuales…


Para ti… porque me vuelves loca.

Comentarios

  1. Tienes la mas minima idea de cómo me pones?
    Tienes la mas minima idea de cómo te deseo?
    Tienes la mas minima idea de cómo te anhelo?
    Tienes la mas minima idea de cómo te necesito?

    Esa tarde fue una de aquellas punto y a parte que solemos tener de tanto en tanto… una tarde diferente, para recordar, para revivir y para rememorar…

    Momentos de morbo y excitación contenida, días y días de calentones sin tregua, deseo de que llegara el momento de poseerte.

    Sabes que solo puedo dar gracias a que estés a mi lado en momentos así vida mía.

    ResponderEliminar
  2. ¿Y tu? Tienes la más mínima idea de como provocas mi mente y mi cuerpo... mi alma y mi piel...
    Una tarde más para el recuerdo, en los momentos que más te necesito, recurro a ellos. Y es casi como si tu estuvieras de nuevo a mi lado.
    Gracias a ti, por cada momento de felicidad que me regalas a diario

    ResponderEliminar
  3. El regalo es verte cada mañana, sonriendo mientras vienes hacia mí, divertida por la situación absurda que vivimos. Esos minutos delante de un café, entre risas y murmullos, esos comentarios tan directos que la indirecta es innecesaria, esos roces indiscretos a la vista de todo el mundo, ese beso apasionado antes de decirte adiós.
    El sueño….esperar que vuelva a llegar la mañana de verte.

    ResponderEliminar
  4. hoy, mañana y siempre

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Deseo... deseo... deseo...

Ascensor !!!

No estés triste